De igual forma, cuando queramos ir hacia otra persona, nos encontraremos con algo que nos detiene y el movimiento hacia esa persona se interrumpirá, sin lograr concretar dicha relación.
Y la interrupción puede continuar, si continúa, con reproches, reclamos, desprecio o juicios hacia el padre, porque tendremos la impresión de que podemos ser mejor que él o no querer repetir la historia.
El padre representa nuestra conexión más inmediata con el mundo, con lo que es real, práctico y con lo que podemos tocar. En resumen, es nuestra fuerza y valor para tomar las riendas de nuestra vida e ir hacia el éxito, ¡hacia el mundo!
Los padres siempre acompañan a los hijos, sin
importar si están presentes o ausentes”
Desde la mirada sistémica, el padre ocupa un lugar muy diferente a la madre. El padre es la autoridad, es firmeza, decisión y amparo. De la energía del padre tomamos la fuerza para lograr lo que queremos, el buen uso de nuestras capacidades, la habilidad para pedir lo que se quiere y el encumbramiento profesional.
La figura paterna nos permite "salir al mundo" y satisfacer nuestras necesidades, también relacionarnos siendo capaces de poner límites y darnos permiso para ser quienes somos.
Conservar la memoria de la esencia del padre preserva nuestra identidad porque nos permite recordar de dónde viene nuestra fuerza, quiénes somos y cómo nos proyectamos al mundo.
Te invitamos a este movimiento de tomar a papá, busca ayuda para poder transformar tu historia.
ECOSIC tu Escuela de Constelaciones Familiares Sistémicas Cuánticas.