La constelación del propio nacimiento permite liberar mucha energía y muchas situaciones que están sin resolver. Para muchos el nacimiento es algo muy duro que se transforma en trauma.
El contacto piel con piel de la madre y el niño después de nacer es de suma importancia. En el interior del vientre el bebé tiene sensaciones de tacto y de movimiento, escucha los sonidos de la madre y reconoce su olor.